Cada vez son más los corremontes que se plantean tener un asesor, ¿Cómo debería ser este profesional?

Tener entrenador no es lo más normal tras aterrizar al mundillo del trail running. Lo lógico es que al menos por un tiempo, corras por sensaciones y vayas conociendo por ti mismo el arte de correr por la montaña. Seguramente algunos amigos más experimentados te ayuden a mejorar, pero lejos de lo que puede ser un asesoramiento físico profesional.

Pasado un tiempo y sin quererlo, te notas infinitamente mejor. Te das cuenta que sin apenas jadear,  eres capaz de correr a una velocidad más que decente por subidas en las que antes andabas mientras ventilabas de lo lindo. Tu mejora es indudable y quieres más, es lo que tiene estar enganchado a las buenas sensaciones. Pasado más tiempo ves que has mejorado un poco más, pero no como esperabas. Esto tiene su lógica cuando te dicen que a partir de cierto nivel ya no se mejora tan rápido como cuando empezaste. Te sientes fuerte, pero los recursos para correr más rápido por la montaña se acaban.

Y aquí es donde comenzamos a meternos en harina: es tan fácil entrar a formar parte del ‘club’ de  corredores que entrenan cada día porque no pueden dejar de hacerlo pero no mejoran’. ¿Quizás es porque siempre hace lo mismo?

Lo más frecuente en estos casos es caer en la rutina a la hora de entrenar. El repertorio y por tanto la mejora es limitada y llega  un momento que esta brilla por su ausencia. Para mejorar hay que intentar cumplir con el principio de la adaptación, es decir, cuando nuestra fisiología es capaz de crear recursos nuevos para superar una carga o estímulo al cual no se había enfrentado antes. A cuantas más situaciones nuevas te enfrentes, más recursos necesitaras para superarlos y por tanto más avanzarás.

Es precisamente aquí donde seguramente te comiences a plantear si necesita el asesoramiento de un entrenador, necesitas ‘reinventarte’

Verte a ti mismo desde fuera es muy difícil y por tanto la figura de un entrenador podría ser la solución. Cierto es hace 10 años tener un entrenador especializado en  las carreras por montaña era algo poco común. Los tiempos han cambiando, también el auge de nuestra disciplina por lo que hoy día hay mucha gente que no quiere estancarse a nivel deportivo, por lo que recurre a los servicios de estos profesionales.

¿Cómo debería ser un buen entrenador para el corremontes?

No hay unas características fijas y estándar  que tengan que definir a este profesional. A bote pronto, podríamos decir algo de perogrullo: que tenga muchos conocimientos teóricos y prácticos sobre fisiología del ejercicio, en resumen, que tenga una formación cualificada y reconocida. Por otro lado, es imprescindible que tuviera un gran conocimiento del mundo de las carreras por montaña, donde los ritmos no siempre son homogéneos y la duración de los esfuerzos mucho más largos que una carrera sobre asfalto, pista o cross.

También sería importantísimo conocer las vías energéticas a educar en cada una de las modalidades, la técnica de correr por el monte, dosis de estrategia y ritmo sostenible, algunas pautas de hidratación y alimentación en competición, o recursos de psicología y motivación, serían otros puntos más específicos a recalcar.

Cierto es que la aparente sencilla maniobra de contratar a un entrenador es hoy día algo más complicada debido a la gran cantidad de información que hay en internet, redes sociales o medios de comunicación especializados. Si eres espabilado, objetivo y selectivo, quizás puedas sacarle partido para podértela aplicar. Aún así toma nota que hablamos de una información de carácter genérico y poco personalizada que seguramente no te ayudaría mucho si ya tienes cierto nivel.

Para finalizar este breve recorrido por el mundo del entrenamiento, quizás lo más sensato sería contestar a la pregunta que daba el titular de este artículo:

¿Debería contratar a un entrenador?

Por lo pronto te diríamos que sí, y más si cumples con el perfil de persona que hoy día inunda el universo de las carreras por montaña: trabajador/a, papa o mama y corredor/a. O lo que es lo mismo, disponer de un tiempo muy limitado para poder entrenar, tener un día súper ocupado y por extensión, no llegar precisamente fresco y descansado al entreno.

Ya ha pasado más de una década desde que un servidor fundó junto con otros dos compañeros la primera escuela que hubo en España dedicada sólo y exclusivamente al entrenamiento y asesoramiento del corredor de montaña. Por aquel entonces una de las razones que llevó a dar forma a aquel proyecto fue la de enseñar al corredor a cómo organizarse y optimizar su tiempo a la hora de entrenar. Las obligaciones laborales y familiares colapsaban el día a día de aquellos corredores que soñaban con mejorar en la montaña y por tanto con alcanzar un sueño deportivo, un objetivo personal. Hoy día esto no ha cambiado y aún así, hay practicantes que tras estar guiados por un profesional del entrenamiento dejan sus servicios alegando ‘falta de tiempo’. Si el asesor tiene experiencia, es competente y empático lo primero que hará será además de analizar tu perfil fisiológico y bagaje o experiencia, informarse del tiempo del que dispones semanalmente para ejercitarte. A partir de aquí te deberá hacer ver cuál es tu realidad y con ella, los objetivos que te podrías plantear. Estos siempre deben ser realistas al igual que alcanzables en un alto porcentaje.

Por tanto, cuanto más ocupado tengas la agenda, más sentido tendría la contratación de un profesional del entrenamiento. La clave: optimizar y sacar todo el rendimiento al poco tiempo del que dispones.

Algunos mandamientos corredor -entrenador

-Comprometerse con un entrenador es seguir de forma convencida las pautas que te da, si no estás convencido, mejor no sigas por ese camino.

-En ocasiones serás tú mismo quien tendrás que dirigirle para hacerle ver que es lo que mejor te sienta. Él debería estar atento a tus sensaciones y ser capaz de tenerlas muy en cuenta.

-El diálogo, la empatía y la motivación son tan importantes como los conocimientos sobre entrenamiento de ese profesional. Si no te sientes escuchado, no hay feedback por su parte y tampoco compromiso, quizás no sea el entrenador que necesitas.

-Si el entrenador es competente sabrá negociar contigo los objetivos así como su metodología de trabajo, ofreciéndote varios caminos para llegar a tu objetivo.

-El diálogo, la empatía y la motivación son tan importantes como los conocimientos sobre entrenamiento de ese profesional. Si no te sientes escuchado, no hay feedback por su parte y tampoco compromiso, quizás no sea el entrenador que necesitas.

-Respecto al punto anterior, es imprescindible lo primero, el diálogo. Por corta que sea la conversación entrenador-alumno es fundamental al menos una vez a la semana.