Nuestro amigo Txus Romón vuelve a la carga en uno de sus entretenidos y sabios relatos cargados de sentido común, oficio y experiencia. Foto: Copy:

Las “carreras por el monte” del verano postconfinamiento han sido estrambóticas. Como todo lo demás. Ante la ausencia de carreras por razones evidentes, la gente se ha tirado al monte con ansia y desesperación. En la mayoría de los casos han sido movidos por la pasión aunque en algunos casos, efectivamente, el marketing ha sido la razón principal de muchas actividades. No pretende ser una crítica, solo una reflexión. En este año 2020 después de Jesucristo, en plena pandemia de CV19, el trail sigue siendo un deporte minoritario, amateur, del que muchas personas viven y otras intentan hacer su medio de sustento. Correr por el monte, ahora, sigue siendo básicamente lo que los ya mayores conocimos, pero va adquiriendo componentes que aunque aceptables, no acaban de encajar con la filosofía aventurera. O sí. Las principales “actividades” se han movido entre el romanticismo clásico y la pornografía extrema; es innegable que en todos los casos el esfuerzo personal supera cualquier matiz comercial o mercantil, pero el “estilo”, sí importa.

Las “estrellas” domésticas del verano han sido Andreu Simón y Manuel Merillas. Añadiría a Virginia Pérez, recordemos que ellas también juegan, que se ha dado un buen festín y nos ha recordado que ellas no están lejos de los “hombres”. Reconozco que Andreu ha secuestrado mi corazón con su romanticismo pero el sexo duro de Manu ha encendido en mí una llama que creía extinta. Por supuesto han sido muchos más los que pese a no haber carreras, han sellado interesantes actividades. El Master del Universo se lo ha llevado Pau Capell con su UTMB “unplugged”; parece algo “grande” pero a imagen y semejanza de Kipchoge, que en Viena mancilló una institución como es el maratón (a otro nivel claro, pero con idéntico planteamiento), Pau con su demostración ha contribuido a desmitificar un monumento como es el UTMB. Es el precio del dinero. Por primera vez desde 2007 Kilian no ha sido el capitán mediático, por mucho que los medios y el aparato se empeñen; sí ha demostrado que en la ruta se mueve muy rápido pero a años luz de lo que representa en el skyrunning; en el monte es un mito; en el asfalto es un simple mortal.

Txus Romón, autor de este artículo, en acción en Zegama-Aizkorri

Andreu Simón arrancó el curso con una visita al Pedraforca, el monte de Kiku Soler, con más corazón que piernas (en los videos de Biel se le ve gordito, a diferencia del campeonato de España de una federación en el que apareció canino y afilado). Luego vino todo un despropósito de ataques a la misma montaña consecuencia de la falta de creatividad y la necesidad de justificar temporadas. A reventar el crono. No entendimos la propuesta de Andreu. Tenía que ser amor, no sexo.

Este era el año de Carros de Foc. El Parc Nacional Aigüestortes tenía que acoger una de las representaciones más carismáticas del skyrunning. No pudo ser. Pero Andreu mantenía un romance largo con Carros y no renunciaba a su amor de verano. Con mucho cariño, esfuerzo y el apoyo de un abnegado celestino (otra vez Biel, precioso el audiovisual con un estupendo reparto), lo consiguió. Además hizo la mejor marca conocida. Bien por él. Como dijo un amigo (‘moltes gracies’ Quim), el qué y el cómo son importantes, admiten todo tipo de debates, para eso estamos y vivimos en democracia. A mí, marcas aparte, Andreu me ha convencido, no por lo que ha hecho, sino por lo que trasluce que ha aprendido de su experiencia. El año que viene, con suerte, se disputaran los Carros de Foc sky.

Este año tampoco había UTMB. En su lugar hemos visto un sucedáneo marquetero, breaking2 (o algo así). No es mi ánimo faltar al respeto porque a nivel deportivo el protagonista, Pau Capell, está a años luz de mis posibilidades; el corre “fácil” en 21h el ultratrail y yo a duras penas pude bajar de las 24h… ¿Qué sentido tiene que un deportista dispute una carrera “solo”? El UTMB no es ningún reto, es una carrera, la más grande, que en 2020 no se ha disputado. Pau hizo una demostración, poco más de 21 horas en solitario (todo un multicampeón del Mundo como Luis Alberto Hernando casi 22h en carrera, por no decir que apenas media docena de personas hay capaces de rodar a semejante ritmo de carrera) y las calles de Chamonix atiborradas de público. En resumen, el anuncio publicitario más largo de la historia, ‘veintiuna horas y dieciocho minutos’ y un aviso para los rivales; el año que viene si todo va bien, lo tenéis muy, muy jodido con Capell. Lo de la munición malgastada es en referencia a la multitud de desafíos disponibles en el mercado. Auténticos. Grandes recorridos (GR), los trails clásicos de USA o Reino Unido… En los Pirineos por ejemplo hay mucho por descubrir; en concreto desde el año 2011 existe una marca estratosférica, un derroche de Iker Karrera y heredada de dos locos inconscientes (aupa Asier y Gaizka), que dice que se pueden enlazar los tres grandes del Pirineo en 16h53’ (para luego correr el UTMB en menos de 21 horas, ese mismo año). Tal vez Pau hubiese vendido menos camisetas que en Chamonix pero para los mitómanos, hubiese sido un regalo, fuente de inspiración.

Virginia Pérez Mesonero, la ‘chica montaña’ de este verano / Copy: RRSS Virginia Pérez

Reconozco que a las mujeres no las he seguido tanto a pesar de la actividad frenética en la que se han sumergido. Es muy destacable la actividad de Virginia Pérez que ha atacado múltiples recorridos demostrando un estado de forma muy bueno y constatando que la diferencia entre hombres y mujeres existe por razones obvias de fuerza pero que tampoco es exagerada; objetivamente es real pero en montaña un diferencial del 10% en tiempos es algo totalmente despreciable si se completan las distancias y sobre todo, se tienen en cuenta el terreno y las condiciones. La diferencia es inapreciable.

Enmedio de este maravilloso caos hemos recuperado la figura de Manu Merillas. Sería necesario un capitulo a parte (o un libro) para explicarlo, pero en pocas palabras se puede decir que… «ha vuelto«. Tras un subcampeonato en la Copa de Mundo en 2015 (a punto de vencer en Zegama), una grave lesión en el tendón de Aquiles lo castigó hasta el punto de tener que pasar por el quirófano (pese a todo 4º en Zegama 2016). En 2019 ya asomó el morro ¿subcampeón de Europa? Y 2020 tenía que haber sido “su año” pero…

Manuel Merillas, uno de los protagonistas del años en lo que FKT’s se refiere / Copy: Manuel Marillas

MeriMan’ ha dedicado su verano a atacar marcas, FKT, por Pirineos y Cordillera Cantábrica. Sus cronos han sido dignos de la clase que atesora. Espeluznante es el registro que ha dejado en Peña Santa de Castilla desde Caín; más de 2.200 metros de desnivel positivo en terreno técnico e incómodo, con un pegue final muy expuesto repleto de tramos cercanos al IVº de escalada alpina, sin ninguna maroma de protección, psicológicamente muy exigente. Todo en menos de 3 HORAS. Para los que conocemos la zona, desde allí la imaginación nos puede transportar a FKTs como el del Cervino. Algún aguafiestas volverá a decirme que estoy loco, que nadie puede llegar al nivel de “Dios”. Espero que Manu, con calma y ayuda, consiga llegar hasta dónde puede llegar y se merece.

Pese a todo, ha sido un buen verano. Hemos redescubierto que las Carreras por Montaña, además de carreras, son sobre todo, Montaña. Como modalidad deportiva ligada a la montaña, además de la competición reglada, ofrece la posibilidad de practicar actividades más personales y aventureras. Esta es una característica propia de los deportes que nacen de actividades más globales y complejas, realidades que tienen una naturaleza propia como por ejemplo la navegación marítima, que tiene mucho que ver con el montañismo, más de lo que puede parecer. Esto es una clara muestra de que en el ADN de las carreras por el monte, hay más elementos que nos unen a la montaña que al atletismo; el atletismo solo se reconoce en la competición y el reto con el adversario mientras que el montañismo admite además el reto a la naturaleza… Digan lo que digan.

PD: En el momento de la redacción de este artículo, aún no había tenido lugar el intento al récord de la 0-4-0 del Teide. Un buen disparo de Pau Capell, al que llegaran más pistoleros…