Foto: Ushuaia by UTMB

Dramático testimonio de un participante de este ultratrail argentino disputada el pasado fin de semana con sello del ‘Sr. Poletti’.

No sé si el Sr. Michel Poletti no se entera de nada o no se quiere enterar. Ya han pasado algunos meses desde el Pilgrims Challenge ‘gate’ y su poca coherencia a la hora de declarar lo que declaró en Infotrail. Al final hizo oídos sordos y volvió a otorgar los puntos a esa ‘quedada de dos amigos y a la carta’ organizada por Penyagolosa Trails.

Pero hoy no voy por ahí. Hoy quiero denunciar lo que ‘el ojo no ve’ (o no quiere ver) de una carrera como la Ushuaia by UTMB. Ultratrail con varios formatos disputado este fin de semana en Argentina, con sello ‘Poletti’, ganada por Jason Schlarb y Rory Bosio y en la que literamente se mascó la tragedia.

Los datos no mienten: 69 finishers y 95 abandonos. De 22 mujeres, solo 4 llegadas a meta, entre ellas la ganadora.
Tampoco son falsos las decenas de testimonios a los que hemos tenido acceso y que también lo cuenta en sus redes sociales, todos coinciden sobre la tragedia que por suerte no fue tal.

Entre ellos uno de los más demoledores, el de la médico y cardióloga, Eliana Carolina Kotlirevsky que compartimos a continuación:

Ushuaia by UTMB 2019: ‘la nieve nos tapó’..

«Cuando te dicen que vas a participar en una carrera con sello UTMB lo primero que piensas es que la calidad organizativa está más que garantizada, nada más lejos de la realidad.
Para empezar, en la charla técnica apenas le dan importancia a la alta posibilidad de que las condiciones meteorológicas sean extremas el día de carrera. Tengo la sensación de que todo es improvisado.
Sabía que los avituallamientos iban a situarse cada 30km, y la primera comida caliente en el km 60. Lo que no entendí es cómo en las condiciones de temporal de nieve, frío y viento que corríamos, no hubiera más controles adicionales y más seguridad.

Llevaba muchas horas corriendo con tormenta de nieve, viento y barro hasta las rodillas. Era un gran esfuerzo mantener la temperatura corporal. Pasé el km 60 cubierto de nieve, levantabas la vista y todo eran muchos centímetros de polvo blanco. En su momento, estaba emocionada pero también consciente que no podía tener ningún momento de flaqueza. Entre los puestos de comida no había personal de asistencia y tenía claro que una caída o no poder avanzar era hipotermia segura y quizás algo peor. Dar un paso adelante era buscar la manera de no resbalar en el hielo y así muchas partes de la carrera.

Del km 60 salí bastante fuerte, con ropa seca y con algo de comida. Sabía que hasta 23km más allá no tenía otro lugar donde avituallarme, y quise intentar llegar.
Llegué al conocido Paso Francés, de verlo te daba terror. Me puse los guantes de nieve, comí algo y empecé a subir: una cosa es que te lo cuente y otra es subirlo. Tenía una huella finita y resbalosa y una ladera de hielo duro que si te caías te iban a buscar a la Antártida. El pánico se apoderó de mí pero sabía que tenía que seguir cómo fuera. Subir fue lo más difícil que he hecho en mi vida, pero solo hasta que lo tuve que bajar. Entonces pasó a ser eso lo más difícil. En aquel momento escuché gritos de auxilio, pitidos de silbato, un caos…La tormenta de nieve no te dejaba ver a un metro, las marcas del recorrido habían desaparecido. En aquel momento se me apagó el frontal y no quise quitarme los guantes para arreglarlo. Espere a otro corredor que me ayudó en la oscuridad (Guillermo, te debo la vida).
Vi muchas cosas que todavía me aturden: corredores que se caían a los arroyos, corredores llorando y un señor de la organización con una cuerda a modo de soga buscando a un corredor con hipotermia. En esas condiciones el helicóptero no podía volar.

Mi carrera se terminó en el km80. Nos expusieron a un riesgo innecesario teniendo en cuenta que tampoco tenían equipos de rescate ni otra manera de responder.
Sé que las condiciones de un ultratrail pueden ser muy duras, pero dureza no es sinónimo de riesgo. La Seguridad del corredor fue el gran ausente de la Ushuaia by UTMB. No hubo un muerto de milagro”.

Buen momento para replantearnos todos el respeto a la montaña y para que desde el UTMB, el Sr. Poletti tome seriamente nota de cómo se organiza y gestiona carreras con su sello.

Quien tenga dudas, más vale una imagen que mil palabras. Flipad con este vídeo publicado en Instagram por Alquimia Deportiva.