“Above the Clouds: How I Carved My Own Path to the Top of the World” es la nueva publicación en inglés del astro del trail running mundial / Foto: Kilian Jornet en Himalaya / Copy: Kilian Jornet

Ya han pasado más de 10 años desde que le hice mi primera entrevista a Kilian Jornet, recuerdo que fue por skype y una de las primeras publicadas en una web de trail running (en el que fue mi portal, corredordemontana.com, a día de hoy de Runedia-Mundo Deportivo). La titulé, “Kilian Jornet: ¿Un ser sobrenatural? Básicamente trató sobre aspectos de su privilegiada fisiología, de cómo entrenaba y de qué manera de alimentaba. Si no recuerdo mal fue la entrada más visitada de la historia de la web. No sé la cantidad de noticias y artículos que he escrito sobre Kilian en los 12 años que llevo divulgando nuestro deporte. Seguramente el número sea de tres cifras y en el 95% de l@s mism@s siempre hablando maravillas del astro del trai running y de sus retos imposibles e inspiradores para much@s.

El otro día llegó a mi correo, un link que me redireccionó a una web en la que se vendía el nuevo libro de Kilian Jornet, “Above the Clouds: How I Carved My Own Path to the Top of the World”. Traducido al español sería algo así como: “Sobre las Nubes: Cómo me abrí camino hacía la cima del mundo”. Esta obra se compone de 240 páginas, cuesta menos de 20 euros en Amazon (web conocida por todos) y por lo que comprobé, solo está disponible en inglés. Parece ser la traducción al Inglés de su ya publicado «Nada es Imposible» (no puedo verificarlo porque no he leído esta última publicación).

Este es un título sugerente para su doble ascenso al Everest (entre el 22-27 de mayo 2017) una gesta de la que la mayoría publicó a su favor, pero que algunos periodistas y alpinistas no vieron tan clara. Cabe recordar que Kilian declaró haber tocado la cima del Everest el día 22 de mayo de 2017, tras partir de los 5.100 metros del monasterio de Rongbuk y tras 26 horas de actividad. Menos de una semana más tarde (27 de mayo) declaraba repetir cumbre, pero esta vez desde los 6.500 metros del Campo Base Avanzado (CBA).

Algunos críticos y periodistas que analizaron esta actividad le acusaron de lo más común en estos casos: no aportar pruebas fiables sobre la cumbre. Jornet se defendió (para mí de forma bastante débil) incidiendo en que su GPS falló y que no podía mostrar los videos de los que disponía porque iban a formar parte de su próxima película The Path to Everest. También llegó a decirse que Suunto le había ‘trucado’ los tracks para que se viera en pantalla los 8.848 mts del Everest (me he informado y no es fácil que un aparato así clave la altitud en esas circunstancias).

Por otro lado, respecto de su primera cima de 8.000 mts (el Cho-Oyu- 8.201mts) culminada 15 días antes que la del Everest, el catalán declaró no estar seguro si llegó o no a su top (esta montaña tiene una cima plana y llegó con una fuerte nevada y visibilidad nula) aunque posiblemente muy cerca.

Toda esta introducción tiene una razón de ser. Y es que nadie duda que el de Salomon es el mejor corredor de montaña de la historia, así lo verifica su inigualable palmarés. Tampoco nadie debería discutir que ha sido (y todavía es) el corredor más versátil y completo del mundo (carrera por montaña en todas sus disciplinas y ruta).Dicho esto, el gran interrogante al que, bajo estas líneas, daré mi opinión, es sí Kilian Jornet es el ‘speed climber’ (alpinista más rápido) del mundo. ¿Qué por qué propongo esta cuestión? Pues porqué en primer lugar, el Everest es la montaña más alta del planeta y por otro lado, si comprobáis muchas publicaciones que se hicieron eco en su día de su doble Everest, podréis comprobar cómo se habla de récord en muchísimas ocasiones y refiriéndose a su supuesta 2ª ascensión (intento desde el Campo Base Avanzado -CBA-, a 6.500mts):

Imagen de wikipedia de Kilian Jornet

“Récord de Sherpas” en Desnivel.com.
“Récord de velocidad, Everest en 26 horas” National Geographip.
– En la misma Wikipedia de Jornet.
“Kilian Jornet repite ascenso al Everest con récord de 17 horas” La Vanguardia.

Ahondando un poco en la cuestión del récord del Everest de Jornet desde el CBA, los mejores cronos sabidos son los de Christian Stangl (2006) y Hans Kammerlander (1996). El primero tardó 16h42’ en hacer cumbre y 6h en regresar al CBA (en total 22h42’). El segundo, invirtió 16h45’ en tocar el top del techo del mundo y 6h45’ en descender (gran parte de descenso en esquís) para un total de 23h30′

Según la mayoría de todas las publicaciones y en el mismo Blog de Kilian Jornet, se consolida un crono total de 17h en ascender y 11h30’ en descender (28h30’ en subir y bajar). Según este crono, queda claro que se quedó cerca del récord de ascenso pero lejos del de ascenso + descenso. En resumen, no hubo ningún récord horario y como mucho su probable doble ascensión al Everest en menos de una semana que mejoraría la gesta del sherpa Pemba Dorje en mayo de 2007 (2 x Everest sin oxígeno en 7 días).

Pero la mayor proporción de ‘tarjeta amarilla’ que le saco a Kilian Jornet, viene más que nada por el texto del autor que viene en algunas de las webs que están vendiendo este nuevo libro. Abajo podéis ver un pantallazo de uno de estos portales, en el que Jornet, el mismo portal o la misma agencia de prensa de comunicación del deportista, escribe y publica:
“……estableció los tiempos registrados más rápidos conocidos («FKT») para ascender y descender los picos más desafiantes del mundo, incluido el Matterhorn, Kilimanjaro, Mont Blanc, Denali e incluso la cumbre más alta del planeta…….”.

Cualquiera que le guste buscar noticias y datos sobre ‘alpinismo de velocidad’ sabrá que los únicos récords que ostenta Jornet son el del Matterhorn y el del Mont Blanc. Kilimanjaro y Denali pertenecen a Karl Egloff (para mí el mejor especialista del mundo en esta disciplina) y el récord del Everest desde el trazado habitual (CBA-top-CBA) pertenece supuestamente a Christian Stangl (un alpinista con poca credibilidad tras reconocer su falso K2 en 2010). En este sentido, la plusmarca del italiano Hans Kammerlander sería la más real y verdadera.

¡Al César lo que es del César!