Txus Romón nos da su particular visión sobre el ‘renuncio’ de los componentes de la Selección vasca de carreras por montaña.

Foto: Corremontes de la Selección Vasca de Carreras por Montaña / Copy: RRSS Fed. Vasca de Montaña

A sabiendas que todos los medios del trail running nacional llevan días haciéndose eco de esta noticia, en Infotrail nos hemos mantenido callados hasta no tener todos los cabos bien atados.

Las ganas de comer y el hambre de juntado esta vez y han hecho que mi amigo Txus Romón (gran corredor vasco y uno de mis referentes en cuanto a sabiduría de nuestro deporte) me haya tomado la delantera y se haya animado a escribir sobre este peliagudo tema . Tengo claro que con su experiencia, criterio, sentido común y modo conciliador (y constructivo) Txus es una de las personas que más y mejor puede hablar sobre este asunto. Gracias por elegir Infotrailes para arrojar luz de calidad:

Desde hace años se han identificado las carreras vascas con la lluvia y el barro y desde hace años se atribuye a los corredores vascos la capacidad para adaptarse a las condiciones de humedad y piso resbaladizo. Nunca fue mi caso; odio el frío, el barro y el agua como muchos otros paisanos y paisanas. De lo que no cabe ninguna duda es que, efectivamente, a los vascos nos gusta el barro.

Hace unos días nos merendábamos con la noticia de que los atletas de la selección vasca renunciaban a seguir compitiendo con la federación como consecuencia de la destitución de los dos seleccionadores que quedaban. Desde entonces, desayuno, comida y cena, han sido una sucesión de dimes y diretes entre las partes implicadas, la clásica batalla de réplica y contrarréplica en la que los protagonistas conocen la realidad, pero no comparten la verdad. El barro se extiende y tarde o temprano tomará una consistencia que lo hará difícil de limpiar. Por supuesto no faltan los medios de comunicación que intentan trolear el asunto para vender espacio publicitario (para que luego digan que esto no se parece al fútbol)

Todas las partes tienen sus razones, pero todas ellas coinciden en el mismo pecado; el egoísmo. El conflicto nace de un error de conceptos consecuencia de las costumbres adquiridas a lo largo de los años. La Euskal Mendizale Federakundea cuenta con aproximadamente 45.000 licencias, licencias correspondientes a personas que pertenecen a innumerables clubes, pequeños, medianos y grandes. Cualquiera de ellas, en el más platónico de los sentidos, podría formar parte de la selección de carreras por montaña y defender esa camiseta.

Txus Romón,el autor de este artículo, hace unos años en la desaparecida Maratón Alpina Galarleiz / Copy: Org Galarleiz

Hoy no voy a hacer amigos. El comunicado conjunto de los corredores ha sido un error. Admiro el amor y la fuerza con que los corredores y corredoras defienden esos colores, son mucho mejores de lo que yo nunca fui, pero esa camiseta no les pertenece. Hubiese sido comprensible que de manera individual hubiesen renunciado a formar parte de la selección y comunicado su apoyo a los seleccionadores, en público o en privado, pero al emitir ese comunicado como “colectivo”, nos han arrastrado a todos y a todas. No están todos los que son.

Cualquier amante del deporte (con todo lo que implica, lo sentimental y lo formal) sabe lo que es un equipo. Una selección también es un equipo. Un equipo formado por los mejores… procedentes de otros equipos más pequeños. El derecho a ser seleccionado se gana en la competición y a nadie que compita le puede ser negado ese derecho. Efectivamente esto no es el futbol de todos los domingos y no es posible para las federaciones confeccionar una selección diferente para cada carrera. Por este motivo, históricamente, la Euskal Selekzioa ha trabajado con planteamiento de grupo, proponiendo calendarios anuales para dar continuidad a las corredoras y corredores seleccionados de otros clubes, de manera que, en las carreras seleccionadas, normalmente las oficiales Copas y Campeonatos del Mundo y estatales, se competía con garantías de poder afrontar todas las carreras. Lógicamente, si durante la temporada afloraban atletas seleccionables, se les convocaba; cuando el objetivo es ser los mejores hay que garantizar la permanencia y la renovación.  Por otra parte, a nadie escapa que existen muchas carreras a las que les resulta atractiva la concurrencia de la selección ¿Si te invitan porque no vas a acudir? Es el equivalente a los partidos amistosos o promocionales. Pero fuera de ese calendario y esos compromisos lo normal es que cada uno compita con los colores de su equipo de origen para que la selección no deje de ser un equipo de equipos, el equipo de todos; Aritz, Oihana, Javi o Maite han defendido los colores de Euskadi al tiempo que formaban parte de potentes equipos como Salomon, Vibram o La Sportiva y nunca ha sido un problema, al contrario, es una muestra de fortaleza y compromiso.

Zapatero a tus zapatos. En marzo tomó posesión la nueva junta directiva de la EMF/FVM. No da la sensación de que hayan tenido un buen aterrizaje; más bien parece que han saltado en paracaídas. Desconozco su “proyecto” pero es evidente que no han afrontado nada bien la contienda. Para más INRI, en un intento desesperado por defenderse, han publicado los “Criterios de selección” como si de una subvención se tratara, cuando el único criterio debería ser el que imponga el equipo seleccionador y la única obligación la de ESTAR FEDERADO. Si algo funciona bien, no lo toques; si acaso utilízalo como referencia para construir algo mejor. Venimos de un año 2020 horrible, de la parálisis total y a pesar de todo, la selección ha obtenido unos resultados estupendos, muestra del compromiso, una vez más, de atletas y equipo técnico. Si no eres Florentino Pérez, no tiene sentido que en menos de nueve meses dilapides la ilusión de un equipo técnico y te ganes la enemistad de los mejores atletas vascos. Es lícito que se pretendan cambios y que se busque mejorar. Es normal que algunas personas entren y otras salgan. Pero si dejas la casa sin luz y apagas el fuego que la calienta, esta se queda vacía. La falta de entendimiento suele responder a la falta de voluntad y al egoísmo, una vez más. Parte de los técnicos querían seguir desarrollando su tarea voluntaria y los corredores querían seguir compitiendo, cosa que han demostrado durante toda la temporada. Lo más sensato sería buscar su apoyo y aprovechar tantos años de experiencia para conseguir hacer mejor las cosas. Voluntad y generosidad.

A riesgo de perder otro puñadito de amigos… Nuestra sociedad en general sufre una enfermedad llamada ansiedad, hija de la urgencia y el cortoplacismo. Esta es la imagen de una guerra abierta; por una parte, los federativos que representan el poder del mandato; por otra parte, los componentes de la selección que representa a la élite de este deporte ¿En qué lugar estamos todos los que conformamos la masa social del deporte de la montaña? ¿alguien ha tenido en cuenta a esas personas que se gastan cada año más de 100€ en su licencia federativa para soportar toda esta estructura? ¿Sabemos que existe el deporte de base?

Algunos componentes de la Selección Vasca de CxM / Copy: EMF

He leído cosas como que “lo que realmente le falta a la EMF es un centro de tecnificación”..¿Y que otro Gines gané una medalla de oro (felicidades Ayora, aunque te lo encontraste todo hecho) y el organismo de turno le haga un rocódromo de alto rendimiento a un tipo que se puede permitir volar a cualquier punto del planeta a buscarlo? Ya hay suficientes centros de alto rendimiento VACIOS.

Es mucho más sencillo. Todo empieza porque las federaciones realmente atiendan a los pequeños clubes, a los jóvenes deportistas y a los pequeños organizadores de carreras. El deporte de base es la razón de ser de cualquier federación deportiva. El anhelo de pertenecer a una selección debe ser el motor que impulse el crecimiento de un deportista. Por el camino está todo lo demás. No sobra nada ni nadie.