Foto: Kilian Jornet, ‘El Señor del Tiempo’/ Copy: Félix Sánchez / Fotorunners

El gran corremontes vasco nos habla esta vez de Kilian Jornet, de Zegama, de tiempos, de récords, siempre desde su conocimiento, experiencia y más que autorizada voz.

Nuestro amigo Txus Romón vuelve a la carga. Es uno de los corremontes españoles más completos que ha habido y que aúna más experiencia, calidad, saber estar, sentido común, conocimiento y objetividad cuando nos referimos a carreras por montaña. Estas son sobradas razones que nos llevan a autorizarle siempre a hablar de lo que quiera y cuando quiera:

“El maratón Zegama Aizkorri con la presencia de Kilian es todavía más un cocktail explosivo que a nivel mediático rompe moldes por el juego que siempre da que esté el mejor corredor del mundo en el mejor maratón de montaña del mundo. Una carrera que con la mitad o la tercera parte de presupuesto que por ejemplo otros ultras muy mediáticos, mueven en redes sociales hasta un por 6 en visualizaciones en el Streaming o Facebook Live en su momento cumbre. ¿Será el efecto Kilian?

“Zegama es la mejor carrera del mundo y Kilian Jornet es el mejor corredor de montaña del mundo. Zegama se ha convertido en un espectáculo único durante las casi dos décadas que se lleva celebrando y Kilian está marcando una época durante la década larga que lleva compitiendo. Carreras accidentadas, aventuras y alpinastadas a parte, en el mundo de la competición que es donde todos compiten en igualdad de condiciones y bajo las mismas normas, cuando Kilian Jornet i Burgada se lo propone, es el mejor.
Zegama-Aizkorri tiene un recorrido cincelado a imagen y semejanza del código genético de Kilian; la duda es si la carrera se gestó porque tarde o temprano llegaría él o si él ha desarrollado su físico para ser dueño y señor de la carrera. Resulta indiferente. Si el corre, nieve o haga un sol abrasador, con unos u otros rivales, con salidas explosivas o lentas, parece tener la capacidad de modelar el espacio y el tiempo para que siempre termine de la misma manera.

Por supuesto en el bosque hay muchos árboles aunque el enorme tamaño de este roble a veces no nos deja ver el resto. La carrera femenina de Zegama tiene a día de hoy un nivel altísimo. El domingo pasado, día del señor, se juntaron en la salida hasta 3 ganadoras de Zegama y varias ocupantes del pódium en ediciones anteriores y solo Elisa Desco fue capaz de repetir, entrando segunda tras la noruega Eli Anne Dvergsdal con Amandine Ferrato en tercer lugar. Las sorpresas son relativas porque todas ellas están contrastadas en diferentes carreras y no existe más milagro que el entrenamiento a destajo. Para los sentimentales la mejor noticia fue el “retorno” de Oihana Kortazar que hace algún tiempo superó sus barreras físicas y el domingo posiblemente superó las anímicas.

Zegama-Aizkorri 2019 ha ofrecido más posibilidades de análisis en el periodo previo a la carrera que en el propio día del maratón. La carrera fue bien ‘sencilla’; una salida al ritmo de las ‘liebres’ y una segunda mitad de control y resistencia. Pero, Zegama no es Berlín y Kilian Jornet no es Eliud Kipchoge porque la montaña no se alimenta del crono ni las marcas, se nutre directamente de la épica ¿Qué puede tener que ver una edición como la de 2010 con una meteorología brutal, con la de 2017 con aquel día que amaneció que ni hecho por encargo o la del infernal 2019? Pues sencillamente el hecho de que los ganadores lo hicieron con justicia. Todos mareados con los récords de Stian y Maite olvidando que en Zegama hay que correr cuatro horas con terreno cambiante, rivales diferentes y una meteorología impredecible. Y aun así se sale a ritmo de record ¿Para qué? Los atletas ya son mayores para tomar decisiones pero con la carrera planteada sin más estrategia que la de correr a tope, ocurrió lo predecible; el más fuerte se vio arrastrado hacia adelante y cuando se quedó solo y a la vista de la canícula que lo iba a azotar se dedicó a gestionar la diferencia con los que podían haber opuesto resistencia en una carrera más razonable, Przedwojewski y Baronian.

No importa cómo se le plantee la carrera a Kilian porque siempre acaba rematando. Ha tenido rivales duros como ‘Súper’ Raúl García Castán o Tom Owens que lo achucharon mucho y a los que a pesar de todo, acabó liquidando. Otros años ha ganado más holgadamente o esa sensación ha dado, pero si con algún corredor no ha sido justa Zegama, ese es Marco Di Gasperi que además de un madurito Ricardo Mejía, son los mejores atletas que han pasado por el pueblo más importante del universo.
Los años en los que se batieron las marcas masculinas, con Kilian y con Stian, el denominador común fue la presencia de Di Gasperi, ya mayorcito también, al que solo le falta ‘esa’ victoria en el palmarés. Corrió fuerte, siempre por debajo de las cuatro horas, pero con un ritmo regular y honesto, para ganar y no para figurar. El tiempo nos ha robado muchos duelos antológicos entre Marco y Kilian como los que tenían Carpenter y Mejía en Pikes Peak.

Txus Romón, autor de esta publicación, en una de las ediciones de Zegama-Aizkorri. El vasco tiene una mejor marca de 4h21′ / Copy: Txus Romón

Las marcas cada vez están más ajustadas y no tiene sentido abordar las carreras más importantes solo con el crono en mente; lo que realmente da valor al deporte es la lucha. El domingo Stian se quedó a 15’ de su marca y Maite a 30´; su estado de forma no son los mismos pero seguramente dieron el 100%, al noruego le salió mejor carrera que a la vasca, pero aun así se quedaron muy lejos de sus marcas ¿Importa? No, sus victorias son para siempre.

Kilian, el señor del tiempo, tiene también en su programa la Sierre Zinal, la única carrera que le hace un poco de sombra a Zegama, sobre todo por antigüedad y participación de altísimo nivel, otra que estaría a su altura es la Pikes Peak Marathon (también en la lista de Kilian ese año).
Si volvemos al juego del crono, en Sierre hay posibilidades de batir marcas aunque en cualquier caso será una carrera muy, muy bonita, aunque no se supere el record de Wyatt que es posible. Lo de Pikes Peak es otra historia; es una carrera ‘fácil’ pero el récord de Carpenter es ‘imposible’ o más bien ‘increíble’. El año pasado por fin se igualó el record de descenso pero en la subida nadie es capaz de acercarse ni de lejos a las 2h01’ del americano.

Pero definitivamente, la protagonista es Zegama-Aizkorri. Parece no tener límites en cuanto a participación, público y repercusión mediática. Nada más lejos de la realidad. La carrera ha crecido mucho, de hecho ya no es una simple carrera, es un fenómeno social con sus cosas buenas y con algunos vicios perniciosos. Visto el éxito y su repercusión no cabe duda que todo el mundo quiere adherirse a esta fiesta que existe gracias al trabajo que siguen haciendo las personas de un pequeño pueblo rural con el impacto que la masificación tiene para ellos. Sinceramente, hasta cierto punto es bonito pero llega un momento en que la situación aturde hasta el punto de poder asustar. Ejemplos son cuando los coches se atascan o peor aún, cuando en los lugares ‘santos’ del recorrido, no existe lugar ni para que los atletas pinchen el suelo con los bastones. Y qué me decís de los espectadores con sus smartphones e incluso algún participante con su cámara o atletas con dorsal grabando para luego viralizarlo y demostrar que estuvieron allí, al más puro estilo Tour de Francia ¿estamos tontos o qué? Por momentos es demencial…

Zegama-Aizkorri 2019 ha sido una edición emotiva y bonita; la edición de 2020 ya está en el horno porque en Zegama pueblo siempre están trabajando y cada año mejoran; tal vez ya hayan encargado un día de frío y lluvia, para variar un poco. En un tiempo lo veremos….”.