Foto: Podio femenino Giir di Mont 2019 / Copy: Marco Gulberti

Se disputó este fin de semana y las diferencias entre los premios en metálico son muy patentes.

Ya anunciamos en la previa que este fin de semana se venía una de las carreras por montaña más prestigiosas de nuestro continente y del mundo, la Giir di Mont. También en el post-carrera o crónica de la misma donde dejamos patente que a los nuestros no les fue nada mal.

Competir y quedar delante en esta carrera no es ninguna tontería. Lo decimos por activa y por pasiva: la Giir di Mont es una de las consideradas mejores carreras por montaña por la gran cantidad de público que abarrota y anima durante todo el recorrido (al estilo Zegama Aizkorri), calidad de los participantes que se dan cita y bello trazado (Giir di Mont significa en el dialecto local, ‘alrededor de los pastos’ y en su trazado original supera todas las montañas y praderas alpinas que rodean esta población sumando 32km y 2400+.

También su cuidada organización tiene parte de culpa del éxito de esta prueba y que lleve disputándose 27 ediciones (¡comenzó en 1961!, cortó en 1965, hubo una edición en 1989 y se reactivó definitivamente en 1999 con la victoria del conocido Mario Poletti).

Además de todos los atributos anteriores, la Giir di Mont también se distingue por estar dotado con grandes premios en metálico, un aspecto importante para los atletas de élite que en ella se darán cita.

Pero lamentablemente, no todo es de color de rosa en el Giir di Mont. Aunando estos dos últimos atributos (organización y premios en metálico) el resultado es un NM de los del cole (Necesita Mejorar).

Según nos han hecho saber Azara García de los Salmones y Virginia Pérez Mesonero (dos de nuestras representantes que finalmente ocuparon la 4ª y 9ª plaza respectivamente) los premios de esta grandísima carrera no eran para nada equitativos entre los hombres y las mujeres. Sinceramente no me había percatado hasta que ellas me lo comentaron y efectivamente es así. Si echamos un ojo al link de su web en la que vienen los premios veremos que la cosa está lejos de la paridad.

Todo es muy bonito hasta el 3er puesto (premios iguales para hombres y mujer) pero a partir de ahí la cosa se pone fea. 400€ y 200€ para la 4ª y 5ª mujeres respectivamente. Tras la 5ª plaza, ya no hay premios en metálico para chicas y sí un maravilloso set de manicura, sí, sí, como lo leéis…

Por su parte, en chicos, el 4º recibe 700€ (300€ más que la 4ª chica) y el 5º, 600€ (400€ más). De ahí al 20º puesto hay premios en metálico de 500, 300, 200, 100 y 50€.

Azara García de los Salmones y Virginia Pérez, ‘flipando’ con el set de manicura exclusivo para las chicas..

En este sentido, la organización de la Giir di Mont es muy avispada pues como veréis, están estipulados unos premios para chicas y otros para chicos/as (clasificación absoluta). No hay clasificación exclusiva de chicos a sabiendas que va a ser muy complicado que una mujer se meta en el top 20 de esta carrera (nada imposible en los tiempos que corren ya que por cierto Ruth Croft consiguió ser la 20 absoluta).

Un ejemplo flagrante es que no puedes darle al 9º chico 300€ y a la 9ª chica un set de manicura…

Ambas atletas españolas, Azara y Virginia, le preguntaron al organizador y este “atribuía estas diferencias a que el nivel en los chicas había bajado mucho hace unos años, pero no es menos cierto que luego les argumentó que hace 3 años el nivel entre las féminas había subido mucho”.
¿Y si esto era así y esta es su manera de verlo (no es para nada un argumento que justifique esta discriminación) porqué desde la organización de esta prestigiosa carrera italiana no han actualizado los premios para este año?

Esperamos que con la reprimenda de las corredoras españolas y estas críticas en los medios, ‘toquen la tecla F5’ el año que viene y se actualicen, por favor.

P.D: Me contaba el Campeonísimo Raúl García Castán que cuando se proclamó Campeón de Europa de Skyrunning en la Dolomites Skyrace en 2009, y tras la carrera, era tradición que el ganador cogiera en brazos a la ganadora. En su caso tuvo que levantar a Antonella Confortola que por aquel entonces igual pesaba lo mismo que él :-).

¡Italia is different too!