Reivindicamos la figura de uno de los mejores ultrafondistas de la historia. Foto: Ritchie batiendo el récord de 100 millas en carretera tras 11h51′ / Copy: The New York Times

Tanto el intento de récord de las 24 horas por parte de Kilian Jornet, así como el más reciente asalto al de 100km con Jim Walmsley como protagonista, despertaron la curiosidad por la más dura de las modalidades atléticas, el ultrafondo.

Se habló mucho, de posibilidades, de protocolos de avituallamiento, de tiempos de paso, de segundos, minutos, horas, de récords, de Yiannis Kouros, de Nao Kazami, de las potentes marcas que había tras estos desafíos y sus maniobras de marketing, por supuesto de los que iban a ser los protagonistas y también de las placas de carbono (‘los muelles’ según el gran Asier Cuevas).
Precisamente es esto último (y también de muchas cosas más) de lo que prescindió el que para muchos (también para mí) ha sido uno de los mejores ultrafondistas del mundo en pista y carretera. Y es que pese a fallecer el pasado 16 de junio de 2018, apenas ningún medio, TV, periodista o experto en la materia mencionó el nombre de Donald Ritchie ( nombre completo: Donald Alexander Ferguson Ritchie).

Escocés de nacimiento, Ritchie fue uno de los grandes protagonistas del ultrafondo mundial entre finales de los años setenta y toda la década de los 80, con más de una docena de récords en distancias entre los 50km y las 24 horas. Además, Donald fue uno de los impulsores de los prestigiosos 100km de Santander, siendo invitado por su creador (otro grande del ultrafondo como es José Antonio Soto Rojas) y aceptando de buen gusto.

Ritchie tras los pasos de Domingo Catalán (otro grande del ultrafondo) en los 100km de Santander / Copy: Ultrafondo 100km

Me reitero al decir que se me ocurrió escribir sobre este reservado, humilde y extraordinario atleta recordman, porque me sorprendió en sobre manera que en todos estos meses y semanas de ‘ultrafondo de pasarela’, nadie le diera un hueco mediático y divulgativo a Ritchie. Hablo de una ‘bestia parda’ de la larga distancia, con plusmarcas tan increíbles como los 267km que consiguió corriendo 24 horas dentro del Centro Comercial Milton Keynes o las 6h10’20’’ (solo 54 segundos peor que el crono de Walmsley o poco más de un minuto más que el actual récord del mundo de Kazami) que consiguió al correr 100km a 3’42’’/km de media en la pista del Crystal Palace (al sur de Londres) en octubre de 1978. Este increíble marcón fue récord del mundo, una plusmarca que, si no tenemos en cuenta las diferencias entre correr en ruta y en pista, duraría 40 años y hasta que el propio Nao Kazami la mejorara en 2018 (6h09’14’’). Aquí podría surgir el debate entre las diferencias de la pista y la ruta, pero los 4 décadas que separan una marca de la otra no me conceden (al menos a mí) algún debate posible.

La historia de estos estratosféricos 100km de Ritchie tienen algo de miga ya que además de correr con zapatillas e indumentaria de finales de los 70, la clase del escocés le llevó a completar los primeros 10K en poco más de 34’, llegando al km 50’ en 2h59’, completando las 50 millas en 4h53’ (recordemos que Walmsley paró el crono mundial de esta distancia en 4h50’ aprox) y parando el crono en esas espectaculares 6h10’20’’, un crono ‘off the guines’ para aquella época.

Pero la clase y determinación de esta atleta le llevó a realizar otras plusmarcas increíbles para aquella época:

50km en 2h50’30’’ (a 3’25’’/km)
100 millas en pista 11h30’51’’ (también récord del mundo en 1978, hasta que en 2002 Oleg Kharitonov lo rebajó en 2 minutos)
50 millas en 4h51’49’’
200km en 16h19’16’’
24h: 267km en interiores de Centro Comercial
-Sobre 1989, estableció el récord del cruce de Gran Bretaña, de John O’Groats a Land’s (de noreste a suroeste), más de 1400km en 10 días 15 horas y 27 minutos (sobre 130km /día, aprox).

Curioso su debut en maratón a los 22 años, con 2h43’ y sin apenas una preparación. Sus marcas en 10k rodaron los 30’56’’ y su mejor 5k fue de 14’48’’, aprox. Finalmente consiguió una más que decente marca en maratón de 2h19’ (a 3’18’’/km).

Personalmente me parece alucinante la calidad y las marcas que consiguió este grandísimo corredor en una época donde los adelantos técnicos, la equipación o los conocimientos en entrenamiento eran más bien pobres.

También es de alucinar que apenas se haya mencionado el nombre de Ritchie en estas semanas de tanto ‘ultrafondo mediático’.