Compartimos este escrito reivindicativo de Ricard Ametler i Saula, un apasionado de la fotografía deportiva…

Foto: Dmitry Mityaev, un portentoso ultratrail runnner en la pasada Ultra Pirineu/   Copy: Ricard Ametler i Saula

No soy un fotógrafo muy conocido, ni tan solo soy profesional a tiempo completo, solo soy un apasionado que se esfuerza en hacerlo lo mejor que puede y precisamente por ese esfuerzo que pongo os pido a todos que compartáis este artículo.

Estoy convencido que la mayoría, por no decir todos, de los corredores/as de trail running a los que fotografío, agradecen que en las redes sociales aparezcan imágenes de su participación en las carreras que realizan. Much@s al verme y por cansad@s que estén sacan fuerzas para sonreír, levantar los pulgares e incluso he visto brincar a algun@s.

Detrás de esas imágenes estamos nosotros, los fotógrafos. Algunos hacemos preparativos unos días antes de la carrera y buscamos localizaciones, estudiando el recorrido, calculando a qué hora van a pasar los más rápidos, analizando el recorrido del Sol para situarnos, mirando previsiones del tiempo que nos podemos encontrar, etc. Cuando llega el día, madrugamos, algunos mucho, cargamos con el equipo y, si no podemos acceder con el vehículo, andamos hasta la posición que hemos escogido. Una vez allí llega la espera. Al ver al primer corredor llega la tensión, todo tiene que estar a punto para que podamos inmortalizar ese momento ya que no se repite, no podemos decir a los actores/actrices que vuelvan atrás, o tienes la imagen o no la tienes.

Ricard Ametler i Saula, el valiente autor de esta reivindicación / Copy: Óscar Aldama López

Más de lo mismo ocurre en la líneas de llegada. Buscamos el mejor sitio (os aseguro que en algunas carreras no es sencillo encontrar un buen ángulo) para que no se nos escape la llegada de los primeros y en el momento de hacer las fotos intentamos captar la esencia del momento, los sentimientos, el esfuerzo, esos detalles que si no fuera por nuestro trabajo seguramente pasarían desapercibidos… Luego viene el trabajo invisible de selección y edición del material (muchas más horas de trabajo) que si ha sido por encargo de la organización, de algún medio o de alguna marca concreta, entregas el material y facturas el servicio.

Pero no todo es tan bonito, también hay casos donde has ido a cubrir un evento por libre ¿os suena el trabajo de fotógrafo freelance? Me explico: trabajas sin estar contratado por nadie con la esperanza de obtener buen material que puedas vender después a algún medio o marca, evidentemente desembolsando de tu bolsillo todos los gastos que te pueda generar el desplazamiento, las comidas etc. ¿Y cómo damos a conocer este tipo de trabajo freelance? Pues publicándolo en las Redes Sociales (RRSS), directamente o a través de los protagonistas (corredores) a quien puedes enviar imágenes para que las compartan. Sea cual sea el camino, al final casi siempre terminas con tus fotografías circulando por las RRSS.

Y este mecanismo tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Por un lado es quizás de llegar, hoy día, al máximo de gente, por otro lado tiene un problema: también es la manera de exponer tu trabajo a los amigos de lo ajeno.

En la mayoría de casos los corredores, los amigos e incluso alguna web que divulgue el trail running comparte tus imágenes, algo que veo genial pues así ambas partes ganan visibilidad. En lo que ya no estoy de acuerdo es en que una marca comercial, un negocio o un medio de comunicación, se aproveche de tus imágenes para sacar un beneficio sin que a ti como autor te pidan autorización o te quede compensado. Todos debemos tener muy claro que la finalidad de un perfil en las RRSS de cualquier marca comercial es la de hacer publicidad, publicidad que les ayuda a captar clientes y a generar beneficio económico para su empresa. Nos pueden intentar vender que ellos sólo quieren compartir los logros de sus corredores pero es evidente que la intención final es incrementar su negocio, pero el uso publicitario de la imágenes se debe pagar.

Llegada a meta, momento de éxtasis.. / Copy: Ricard Ametler i Saula

En los años que llevo haciendo fotografías en carreras por/de montaña han sido ya demasiadas las veces en las que marcas comerciales se han aprovechado de mi trabajo para su publicidad. Aquí unos ejemplos:  Coreevo, Ultimate Direction, Flexor…y ahora Arch Max.  Algunas marcas te etiquetan y lo ven como si con eso tu trabajo ya quedase compensado. En este sentido yo les digo “pues no señores”. Que me etiqueten no paga facturas y estoy convencido que ellos no regalan sus productos a cambio de ser etiquetados en las RRSS.

Cuando detecto que una de mis fotografías se está usando con finalidad comercial siempre pasa lo mismo: si me pongo en contacto por privado se excusan diciendo que ellos solo han compartido una imagen que ya estaba en las RRSS, que creían que al haberme etiquetado ya era suficiente, que no lo sabían. Si lo que hago es comentar públicamente que lo que han hecho es robar una fotografía, la mayoría de veces me tratan como mínimo de maleducado, algunas hasta han llegado a amenazarme con denunciarme por perjudicar su imagen. Finalmente suelen decirme que no hay problema que borran la publicación y en paz. ¿Os imagináis que un ladrón de coches pusiera esas excusas después de ser pillado conduciendo el coche robado?  “no pasa nada agente, yo devuelvo el coche y ya está”. No, las cosas no se hacen así. En primer lugar las marcas comerciales deben asegurarse que sus Community Manager saben hacer su trabajo y entre estos conocimientos está saber que existen los derechos de autor y que no se pueden utilizar imágenes sin el consentimiento expreso del autor, no de un amigo del primo del corredor, EL CONSENTIMIENTO EXPRESO DEL AUTOR. En segundo lugar, si tuviesen la más mínima ética, asumirían su error e intentarían llegar a un acuerdo para resolver el problema. Vivimos en una sociedad donde la importancia de la imagen ha ido ganando mucho protagonismo, especialmente por el uso de las RRSS, pero que al mismo tiempo no valora como es debido el trabajo de quienes nos dedicamos a obtener esas imágenes.

Me encanta fotografiar intentando captar el sentimiento y el esfuerzo de los corredores, pero para variar me gustaría que el sentimiento, la pasión y el esfuerzo que yo pongo en obtener esas imágenes también fuese valorado por las marcas que se aprovechan de ellas.