sar Pina recoge y resume en este sabio artículo todo lo que ha rodeado el estratosférico récord del a Travesera de Picos (sub -10h) que hace 3 días estableció el de Valseco.

Foto: Panorámica en ascenso de Manuel Merillas miesntras iba gestando sus 9h52′, estratosférico récord de la Travesera. / Copy: Dan Sol Mar

Se llama bilbainada a la forma bruta y salvaje de resolver un problema. Después del Bosón de Higgs, el último gran problema a solucionar por la ciencia, otro reto no resuelto consistía en intentar bajar de las diez horas en una de las carreras más salvaje y técnicas de España, La Travesera de Picos de Europa. El que más había perseverado en resolverlo era Manuel Merillas, y al final encontró la fórmula.

Una carrera salvaje merecía una resolución salvaje, una bilbainada. Dicho y hecho, bajó holgadamente de las diez horas rebajando su anterior récord en 40 minutos.

Pero con el récord aún caliente el público sigue pidiéndole más. Parece que la exhibición no ha sido suficiente, el público considera necesario refrendarlo en otros lugares, ante otros rivales, cómo si un acrónimo en lengua extranjera diese más prestancia a los logros deportivos que una cifra en un reloj, y lo hace olvidándose que el rival más duro de un corredor no está junto a él en una línea de salida, su rival más duro está en su muñeca y es un cronómetro. Decidido, la resolución del problema parece que debe ser refrendada lejos de nuestras fronteras, en una carrera con muchas siglas, dinero y ruido mediático.

Y el culpable de esa reacción del público no es otro que el mismo Manuel Merillas. Su costumbre de resolver problemas a base de bilbainadas, ha hecho creer a la gente que en realidad él es un extraterrestre residente en el mismo Bilbao. Merillas se ha convertido en ese amigo vasco que cuando viene a vernos siempre tiene reservado el chuletón más grande y la copa de vino llena a rebosar, antes de que haya dicho si le gusta la carne o si le apetece sidra en vez de vino. Porque todo el mundo sabe que un buen vasco sólo se alimenta de chuletones y Txacolí para hidratarse ¡¡mecagüen!!.

Algun@s ya han decidido por él, que para ser de Bilbao, del mismo centro, tiene que ir a comerse el UTMB y beberse el Tor, y además,de entremeses, comerse todas las carreras que lleven de apellido la palabra ‘SERIES‘. Si no es así, es@s much@s que hablan en redes, quizás decidan que si no lo hace a lo mejor es que no es del centro de Bilbao y se queda sólo en corredor de la periferia.

Manuel Merillas enfundando sus bastones de bambú en pleno intento de récord de la Travesera 2021/ Copy: Dan Sol Mar

Pero es que Merillas no es de Bilbao, ni quiere, el recordman de la Travesera es de Valseco, y los de Valseco comen chuletón y beben vino sólo cuando les sienta bien, y esto es relevante, porque muchos olvidan que Manuel es un corredor condicionado por una lesión que estuvo a punto de dejarlo cojo para siempre, que lo tuvo apartado del deporte mucho tiempo y que hace que sólo pueda disfrutar sin dolor de carreras con perfiles muy montañosos y con pocos espacios llanos. Arriba y abajo, arriba y abajo, arriba y abajo. Y sí, esto parece un reflejo de su vida deportiva, que empezó como niño prodigio del trail running, pasó por un precoz paso a equipo profesional, una sobreexposición de su vida personal, el infierno de las lesiones y finalmente su vuelta con Land como primera marca que creyó de nuevo en él (ahora con algunas más) , consolidándose a su regreso como uno de los más grandes a nivel internacional. Esto último lo dicen sus cronos, el juez más imparcial que existe.

El sentido común dice que será Manuel quien decida cuándo, dónde y cómo se zampará el chuletón y la copa de vino, o no, a lo mejor se decide por el cordero y la sidra. Sea lo que sea, presiento que va a ser pronto y nos hará felices a much@s de nosotr@s, marcas, equipo, prensa y a sus seguidores que esperan ver sus triunfos adornados por épicas batallas. No me olvido a l@s que también sueñan con verlo estrellarse, porqué Merillas no es de Bilbao, y un mal día lo pueden tener hasta los de Bilbo ¡¡mecagüen las oxtias!!.

Tengan paciencia con él, es de Valseco, gente recia, si la montaña no viene a Merillas, Merillas irá a por la montaña, no lo duden.
Relájense y disfruten.