Foto: Prueba de esfuerzo / Copy: Vithasnisa


Te contamos todo lo relacionado sobre el VO2 max, el parámetro de rendimiento que te predispone al rendimiento.

Debemos remontarnos a 1923 cuando Hill y Lupton, dos fisiólogos ingleses demostraron que todo corredor de fondo tiene unos límites a la hora de consumir oxígeno por lo que cuando llega a su tope máximo ya no es capaz de quemar más. Así comprobaron que una de las variables definitivas que limita el rendimiento de un corredor de fondo era la cantidad de oxigeno que podía consumir.

Si eres de esos fanáticos runners que se entrenan a diario para sacar la mayor punta al lápiz posible, estamos seguros que habrás oído hablar del término: “Consumo máximo de oxígeno”. Este es uno de los parámetros de los que más se habla  cuando uno acaba de pasar por una prueba de esfuerzo ya que nos da indicios del potencial que tenemos como corredor, en una palabra, nuestra cilindrada.

También llamado VO2 max, se mide en ml/kg/min y según eminencias de la fisiología deportiva como son los doctores José Antonio Calbet o Alejandro Lucia consideran que si un corredor no se mueve en cifras de 60-70, será muy complicado que pueda llegar a ser un gran corredor de élite. Aunque también comentan que conocen casos como el de corredores africanos que con consumos de oxígeno muy similares a algunos atletas españoles rendían mucho más debido a su economía de carrera, generada por una gran eficiencia muscular. Otro dato curioso era el del famoso ciclista Abraham Olano quien a pesar de no dar nunca valores superiores a 70 ml/kg/min en una prueba de esfuerzo, fue capaz de llegar a ser Campeón del Mundo.

Pero cuidado, aunque tener alto este valor nos viene muy bien no hay que olvidar que igual o más importante es tener nuestro umbral anaeróbico lo más alto posible, dicho de otro modo, ser capaces de poder aguantar durante el mayor tiempo posible una intensidad lo más cercana a ese consumo máximo de oxígeno. Los porcentajes de VO2 max donde se suele situar ese umbral anaeróbico suelen estar entre un 70 y un 90%, variando entre el corredor popular o el buen amateur o élite. En estos últimos lo encontraríamos en  porcentajes superiores, por supuesto.


¿Qué VO2 max tienen los cracks de la carrera por montaña?

Haciendo un barrido entre algunos de los mejores corredores de montaña del planeta, hemos descubierto algunos datos interesantes y curiosos pues algunos nada tienen que ver con el consumo máximo:

Lo más documentados en la materia sabréis que cuando Kilian Jornet se monta en una cinta ergométrica y llega a su tope fisiológico es capaz de correr a 12km/h con una pendiente del 24%. Datos muy similares son los que compartía con nosotros Manuel Merillas, Campeón de España de carreras por montaña. Parece que el leonés también se mueve en valores muy parecido a los del catalán y a su máximo esfuerzo llega a 11km/h con un desnivel positivo del 26%. Para llegar a estas cifras tan bestiales, estos dos “marcianos” de la carrera y esquí por montaña son capaces de moverse en cifras superiores a los 80 ml/kg/min, valores que les dan potencial para estar en la élite mundial de cualquier deporte aeróbico.

Tampoco se quedan “mancos” otras eminencias del arte corremontañero como por ejemplo: Luis Alberto Hernando o Marco de Gasperi. El consumo de oxígeno de ambos también se sitúa por encima de 80, valores “la cremé de la cremé”.

Otro corredor de renombre como Tòfol Castañer nos confesaba en su día que en su caso este valor de rendimiento se sitúa en 73, una cifra bastante buena para  rendir montaña arriba. No hay que olvidar que en mujeres estos valores suelen ser menores.

En relación con esta importante variable de rendimiento también se sabe que los esquiadores de fondo o montaña son los atletas entre los que se encuentra mayores valores. La explicación es simple: En esta disciplina se movilizan muchos más grupos musculares que corriendo o en bicicleta. De hecho en estos dos deportes los brazos apenas se implican, algo muy distinto de lo que ocurre en el esquí de fondo donde los brazos tienen una vital importancia a la hora de impulsarse por la nieve. Por el contrario, parece ser que en un deporte que mueve tanto como el fútbol, sus jugadores no son de tener grandes valores que sean merecedores de distinguirles como grandes atletas.


¿ Cómo conseguir mejorar nuestro VO2 max?

Por suerte o por desgracia, la genética tiene mucho que decir en los “centímetros cúbicos” que tiene nuestro motor. Bien es sabido que en gran medida nuestra capacidad para consumir oxígeno es heredada y se puede mejorar en aproximadamente un 20%  con buen entrenamiento. En este caso tendremos que someternos a unos esfuerzos de relativa corta duración con los que consigamos situarnos a un determinado porcentaje de nuestro VO2max. Hablamos por ejemplo de correr varias veces entre 1 y 4 minutos a intensidades que ronden entre el 80 y el 90% de nuestra frecuencia cardiaca máxima.

Queremos puntualizar que tener un consumo máximo de oxígeno más alto no implica mayor rendimiento siempre, hay otra variable de rendimiento como son los umbrales (aeróbico y anaeróbico) cuyo óptimo trabajo también es fundamental para conseguir las máximas prestaciones. A igual % de umbrales, el corredor que más destacará es el de mayor consumo máximo de oxígeno.

Pero aunque  los seres humanos nos creamos ser los mejores del planeta en todo, nada más lejos de la realidad. Si queremos comparar nuestro consumo de oxígeno con el de por ejemplo un antílope, nos quedaríamos a la altura del betún. El antílope es un excepcional atleta, ¡llegando a cifras de 300!

Respecto al declive de este valor cabe decir que aproximadamente a partir de la tercera década de vida nuestra vida el consumo máximo de oxígeno comienza a decrecer. Esto es debido principalmente a tres parámetros: Masa muscular, frecuencia cardiaca máxima y volumen sanguíneo. Una estimulación temprana de este parámetro así como un plan de entrenamiento que ayude a vivificarlo serían dos maneras de retrasar este deterioro.